Ante el resultado de las elecciones parlamentarias, el 6
de Diciembre pasado en Venezuela, nos asisten múltiples reflexiones, y como
cristiano revolucionario, me preguntaba, como puede ser un pueblo tan
desagradecido ante tantos beneficios dados por el Estado? Y pagar con esta
moneda?.
Hay muchos razonamientos posibles, del porque el revés
electoral, pero lo que no es entendible es por que tanta ingratitud ante quien
te beneficia?. Esto independientemente de cual fuere alguna razón razonable,
valga la expresión.
Antes de ir al texto bíblico, para analizar la
ingratitud, deseo mostrar lo que piensan algunas personalidades al respecto:
William Shakespeare escribió: "Cuánto más defrauda tener un hijo ingrato
que el diente de la serpiente. Ingratitud, demonio con corazón de mármol”.
"De gente bien nacida es agradecer los beneficios
que recibe, y uno de los pecados que más a Dios ofende es la ingratitud".
(M. Cervantes, en el Libro del Quijote a Sancho).
Ahora, en relación al texto bíblico, hay varios pasajes
que nos hablan al respecto, veamos algunos:
Uno de los relatos clásicos del Evangelio para hablar sobre la ingratitud, es el de Lucas 17, 11-19. Donde se nos narra el episodio donde Jesús sana a diez leprosos, los manda con las autoridades para que certifiquen su sanidad y al verificarse ésta, solo uno regreso a agradecer por el favor recibido. Jesús se pregunto, donde están los restantes?
Uno de los relatos clásicos del Evangelio para hablar sobre la ingratitud, es el de Lucas 17, 11-19. Donde se nos narra el episodio donde Jesús sana a diez leprosos, los manda con las autoridades para que certifiquen su sanidad y al verificarse ésta, solo uno regreso a agradecer por el favor recibido. Jesús se pregunto, donde están los restantes?
Pero hay un versículo bíblico duro, que lo expresa el
apóstol Pablo cuando enfatiza: " Pues habiendo conocido a Dios, no le
glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus
razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido." (Romanos 1:21). En
este sentido, la ingratitud es uno de los pecados más intolerables en la
Escritura.
Creemos que la actitud asumida por el pueblo, y cuando
digo pueblo englobamos a toda la sociedad venezolana, fue totalmente errática
al no ser agradecidos por las bondades recibidas del Estado, porque cuando eres
agradecido, tu mente se enfoca en lo que tienes y no en lo que te falta; al
respecto he escuchado algunas otras expresiones como: nos vendimos por un plato
de lentejas, o por un paquete de harina.
No deseamos ser alarmistas, pero cuando una nación peca
de esta manera, al ser desagradecidos, infectamos y destruimos una iglesia, un
matrimonio, una familia, un hogar, un país.
Finalmente,
queremos dejar un texto bíblico del mismo apóstol Pablo a los Colosenses: “Y
que la paz de Cristo presida vuestros corazones, pues a ella habéis sido
llamados formando un solo Cuerpo. Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite
en vosotros con toda su riqueza; instruíos y amonestaos con toda sabiduría,
cantad agradecidos, himnos y cánticos inspirados, y todo cuanto hagáis, de
palabra y de boca, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias”.
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