Donald Trump, Evangélicos: Reseteo Económico
y Nuevo Orden Mundial
Lic. José A. Amesty R.
Sin duda alguna, los evangélicos/as de EEUU y de muchos países del mundo
occidental cristiano, deseaban (todavía lo desean) que Trump hubiese ganado las
elecciones presidenciales.
Recordemos que el 44 por ciento de los votantes registrados en EEUU, son
cristianos evangélicos blancos, por lo que tienen importante peso en las
elecciones.
Según expresiones de los evangélicos/as, la victoria de Joe Biden fue
adelantada por algunos medios de comunicación, inicialmente de EEUU, y
replicada por medios del mundo, tras conocer los resultados electorales en
Estados Claves norteamericanos, pero que esta supuesta victoria será revisada
por los tribunales.
Luego que Trump haya calificado los comicios de fraude, comenzará a
procesar su caso en los tribunales para asegurar que las leyes electorales se
respeten, y que se establezca al ganador legítimo. Algo que, probablemente,
obligue el recuento de los votos escrutados en más de un Estado.
Ahora, ¿Por qué los evangélicos/as protestantes de EEUU (y no
evangélicos/as en general), estaban seguros del Triunfo de Trump y de allí su
apoyo?
Los siguientes elementos, explicaciones y afirmaciones, dan respuesta a la
pregunta anterior:
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Más que
en ningún otro país occidental, las posiciones de los políticos en Estados Unidos
sobre la legalización del aborto, alinean los apoyos electorales. Uno de los
principios fundamentales del movimiento evangélico estadounidense, es el
compromiso con la vida. Es la idea de que cada ser humano dentro del vientre, y
fuera de él también, lleva la imagen de Dios.
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Los
evangélicos/as, están convencidos que Donald Trump es un dique contra la
debacle moral del país, a pesar de que el político/empresario éticamente, está,
muy alejado de lo que consideran modelo de vida.
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El
evangelicalismo blanco considera a Trump el único capaz de restaurar el paraíso
perdido en la Unión Americana.
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Trump
se presenta como el Salvador, que luego de una edad oscura, ahora debe brillar
la irradiante luz de otras épocas. La retórica de Trump coincide con el
imaginario evangélico blanco, sobre el pasado del país y los nubarrones del
futuro, al dejar atrás la herencia de haber sido fundada como nación cristiana.
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Igualmente,
Donald Trump continúa presentándose como el único que puede
salvar a los Estados Unidos de las amenazas políticas, económicas y culturales
que se ciernen sobre la nación.
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El profesor de Historia en la Universidad Messiah de
Pennsylvania, autor del libro “Créeme: el camino evangélico a Donald Trump”,
John Fea, afirma: “Por mucho tiempo los cristianos evangélicos blancos, se han
comprometido en la vida pública, mediante una estrategia definida por la
política del miedo; la búsqueda de poder político (al que llama wordly power,
poder mundano), y anhelo nostálgico por un pasado nacional que, en primer
lugar, tal vez nunca ha existido”.
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Según
los evangélicos/as, a Trump lo salva, consideran, que es defensor de la vida y
hombre de fe.
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Así
mismo, los evangélicos/as afirman que la victoria electoral es de quien obtenga
más votos electorales, y no
necesariamente a quien coseche la mayor cantidad de votos populares. Así
sucedió en 2016, cuando Hillary Clinton, obtuvo casi tres millones de votos más
que Trump, pero la peculiar forma de dirimir la elección presidencial en
Estados Unidos hizo posible que ganara Trump. En este sentido, lo cierto es que
el ex vicepresidente aún no ha ganado nada. Al menos, de manera legal.
Explicándolo,
de la siguiente manera: En primera instancia, tal y como está constituido el
sistema electoral estadounidense (sufragio indirecto), el ganador de los
comicios no es ratificado, sino hasta el mes de diciembre. En realidad, a
quienes eligen los votantes, el día de las elecciones, es a un grupo de 538
ciudadanos llamados “los electores” del denominado Colegio Electoral. Esos 538
constituyen lo que se conoce como los “votos electorales”.
El
presidente de los Estados Unidos, se elige de manera oficial en el mes de
diciembre, en una asamblea formada por estos 538 electores. El día de las
elecciones, en las papeletas, cada candidato a Presidente lleva adjunto el
nombre de su vicepresidente y el partido político al que pertenece. Pero estos
votos no eligen de momento al Presidente, sino que eligen en bloque a esos
compromisarios que irán después al Colegio Electoral en diciembre.
Como
hay 538 electores en total, un candidato necesita al menos 270, para ser
elegido. Lo que se traduce en la mitad de esos 538, o sea 269 + 1 = 270 electores
para ser elegido Presidente de los Estados Unidos.
Finalmente, es el día 6 de enero, cuando el
Congreso se reúne para contar los votos electorales, y certificar al ganador de
la elección. Oficialmente, es ese el momento de la verdad.
Serán, en última instancia, la Corte Suprema
de Justicia y el Congreso los que determinarán si realmente el Señor Biden, ha
sido electo el 46 presidente de los Estados Unidos o no.
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Según
opiniones de altas personalidades del mundo evangélico: “Trump ha hecho más por
el movimiento evangélico que cualquier otro presidente, desde la época de
Ronald Reagan”.
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Pese a
tantas polémicas en torno al Presidente Trump (incluidas acusaciones de
infidelidades matrimoniales y conductas sexuales inapropiadas, que él niega), cerca
de tres de cada cuatro evangélicos blancos en EE.UU. aprueban su gestión, según
un sondeo del Centro de Investigación Pew.
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A su
vez, en el año 2018 Trump, firmó una orden ejecutiva, para facilitar la
participación de grupos religiosos, en campañas políticas, sin perder sus
beneficios impositivos y hace unos días emitió otra, para aumentar la
influencia de estos grupos dentro del gobierno.
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Los
evangélicos/as afirman que un compromiso de Donald Trump con ellos, es
ayudarnos a ponerle un fin a la persecución mundial contra los cristianos, y
proteger la libre expresión religiosa.
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Por
otro lado, el evangélico es uno de los movimientos más pro reforma migratoria.
Tenemos que buscar una forma para legalizar, a aquellos que están aquí que no están
involucrados en actividades negativas, y según ellos Trump, los ayudará en
esto.
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Hay un
dato interesante, es conocida la cercanía de los evangélicos en general, con el
gobierno de Israel, en este sentido, se entiende que, legisladores israelíes de
derecha, llegados a la ciudad, en 2017,se dirigieron a reunirse con prominentes
evangélicos estadounidenses en la Gran Iglesia Bautista Nueva Esperanza en el
centro de Washington, DC, y dieron una conferencia sobre la importancia de
trasladar la embajada de Estados Unidos a Jerusalén, y se mostraron
esperanzados de que, el presidente electo Donald Trump cumpliría su promesa de
hacer el traslado.
Hasta aquí, respondemos un poco a la pregunta planteada: ¿Por qué los
evangélicos/as protestantes de EEUU (y no evangélicos/as en general), estaban
seguros del Triunfo de Trump y de allí su apoyo?
Ahora, hay un elemento poco conocido, que raya en lo económico, que responde
a esta pregunta, y es el Reseteo Económico y el Nuevo Orden Mundial, veamos:
Qué es el Reseteo Económico Mundial?
El Foro Económico Mundial, define el “Gran Reinicio” como: “un
compromiso para crear de manera conjunta y urgente, las bases de nuestro
sistema económico y social para un futuro más justo, más sostenible y
resilente”. Se invitará a líderes mundiales de gobiernos, las empresas y la
sociedad civil.
En otras palabras, no es más que las grandes élites económicas
consideran que es el momento, para la gran reingeniería social, resetear la
economía mundial post-COVID, y darle sentido la expresión “la nueva
Normalidad”, que nos lleva a un Nuevo Orden Mundial (N.O.M) con nuevo dinero
digital, eliminando el actual sistema monetario, y anunciando el fin de dinero
en efectivo que utilizamos en la actualidad.
Es un tiempo, donde se van a perdonar las deudas de los ciudadanos, se
van a implementar nuevos planes, y otros.
¿Qué es Resetear la Economía?
Bautizada The Great Reset (el Gran Reseteo), esta iniciativa intentará
“reconstruir” el sistema económico y social global, para hacerlo más sostenible.
Este cambio total es presentado como necesario a causa del derrumbe de la
economía mundial, consecuencia a su vez del confinamiento general.
¿Qué es el Reseteo del Dólar?
El “Reseteo” del dólar de Trump, sería el décimo mayor reajuste de los
últimos 100 años. Una y otra vez a lo largo de la historia estadounidense, un
orden económico se estanca y necesita ser reseteado.
Hasta ahora entonces, Trump está detrás de este Reseteo y los
evangélicos/as lo ven, como el anunciado “nuevos cielos y nueva tierra”. Claro,
para los hermanos/as evangélicos/as, esto tiene su carga bíblica y profética.
En cierta forma son ingenuos, algunos, y/o hay una gran cantidad de ellos, que
buscan beneficiarse de este nuevo sistema, entendido como un Nuevo Orden
Mundial.
Estamos en ese punto ahora, el Fondo Económico Mundial (WEF) ha previsto
una cumbre para enero de 2021 en Davos, Suiza, con el tema el gran reinicio,
donde debía (debe) estar Donald Trump.
Ahora, ¿de dónde provendrá el dinero para iniciar este Nuevo Orden
Mundial y poder Resetear la Economía/Dólar ? ¿y Cuál es su base jurídica?
Hay un acuerdo llamado el Acuerdo de Nesara/Gesara:
El acuerdo mundial de Gesara (Ley de Seguridad Económica Global) fue
firmado por 209 de 253 países del planeta. Los fondos de prosperidad de Nesara/Gesara
tienen su origen durante los gobiernos del mítico presidente Kennedy en EE. UU.
y Sukarno, presidente de Indonesia, años 60.
Nesara, es consecuencia de largos procesos judiciales, contra la banca,
promovidos por militares jubilados y granjeros estadounidenses, por embargos
fraudulentos, la Corte Suprema de EEUU (1993) falló a su favor reconociendo que
había evidencia de fraudes y dictaminó que se requerían reformas sustanciales.
De ahí surge, la Ley Nacional de Reforma y Seguridad Económica (Nesara),
que fue aprobada en el año 2000, en sesión secreta del Congreso de EEUU, y
firmada por Bill Clinton antes de dejar su cargo; contendría medidas como: eliminación
de la Reserva Federal de EEUU, abolición del Impuesto sobre la Renta, perdón de
deudas, liberación de más de 6.000 patentes ocultas, entre otras.
Por su impacto mundial, se optó por globalizar Nesara, así que en 2014,
coincidiendo con el Acuerdo Climático de París, 209 naciones firmaron el
acuerdo Ley de Reforma y Seguridad Económica Global (Gesara), que debía implantarse
en tres años. El acuerdo contempla: erradicar la fijación de precios, por las
élites financieras de los valores de respaldo, que las monedas se basen en el
verdadero valor del oro, más otros 40 minerales económicos críticos, así como
el petróleo y reservas de gas natural licuado.
Cuando señalamos que Donald Trump está detrás del inicio de esta trama
económica mundial, lo hacemos con estos señalamientos:
El pasado miércoles 22 de enero 2019, el presidente Trump y el Tesoro
estadounidense firmaron el reinicio financiero mundial, y los bancos suizos
recibieron autorización para introducir los códigos necesarios para la
liberación de fondos. Además, un contacto en Europa, afirma haber intercambiado
con total liquidez, y tenían plena
liquidez con acceso a los fondos.
El presidente Trump regresó de Davos el miércoles 22 de enero, y se
comunicó por teléfono con cinco países diferentes. El nuevo Tesoro de los
Estados Unidos firmó el reseteo a las 4:30 de la tarde del miércoles 22 de
enero y el presidente Trump firmó el reinicio financiero mundial a las 7 de la
tarde del miércoles 22 de enero. Los Ancianos Chinos querían que esto pasara
hoy viernes 24 de enero, porque querían volar de regreso el sábado para sus
fiestas de año nuevo.
Igualmente trascendió que en esa misma fecha:
El presidente Trump celebró una
cumbre monetaria internacional en su Casa Blanca de Invierno en Florida,
situada en el histórico centro turístico de Mar-a-Lago.
Utilizando su poder, reunió a los líderes financieros más importantes
del planeta.
Esto incluiría representantes de Estados Unidos, China, Japón, Alemania,
Italia, Francia, Reino Unido y del Fondo Monetario Internacional.
Todos están de acuerdo en revalorizar de forma conjunta, todas sus
monedas contra el oro, hasta que el precio de esta materia prima alcance los
US$ 10.000 la onza. El Consejo de la Reserva Federal convocará entonces una
reunión especial de su junta y votará una nueva política y anunciará al mundo
que el precio de la onza oro será de US$ 10.000.
El Sistema de Reserva Federal, hará que la onza de oro valga US$ 10.000,
utilizando las reservas que el Tesoro tiene de este material en Fort Knox, y
los principales comerciantes de esta materia prima realizarán operaciones de
mercado abierto en oro.
En resumen, ya sabemos los intereses tanto “espirituales” como
materiales, porque los hermanos/as evangélicos/as, y no evangélicos/as,
deseaban (desean) tanto que Trump ganara las elecciones, de allí su apoyo
incondicional, que olvida, no importa quién sea ni que represente, lo
importante son los resultados. “El fin justifica los medios”, premisa nada
cristiana ni mucho menos evangélica.