No sabremos nunca, a menos que el lo indique, si la tesis programática de Henrique Capriles Radonski, al inicio de la campaña en las primarias de la MUD y que mantiene en la campaña rumbo al 7 de octubre, denominada el autobús del progreso, era simple consigna electoral sin contenido ideológico, entendido progreso como un concepto que indica la existencia de un sentido de mejora en la condición humana, o aludía a una ideología y doctrina que defiende y busca el desarrollo de una sociedad en el aspecto económico, social, científico y cultural, adhiriéndose a practicas y principios ligados al liberalismo, y actualmente, a tendencias socializadoras.
Esta tesis, curiosamente en Estados Unidos, esta ligada a los liberales, es decir, el término liberal equivale a progresista. En este sentido, la propuesta de Capriles, ni es nueva ni es innovadora, es una replica de las políticas norteamericanas en nuestra política nacional.
A su vez, la tesis del candidato de la oposición, alude a tomar lo mejor de los enfoques de izquierda y de los liberales, como ellos dicen, tomando lo mejor de cada uno. Sostienen que la función del Estado es ofrecer todas las oportunidades necesarias para que la persona explote las capacidades con las que nace y mejore sus condiciones de vida. Plantean, además que ninguna persona al momento de nacer esté determinada por el lugar, la situación y condición en que nació, sino que tenga todas las oportunidades abiertas para que pueda llegar tan lejos como quiera. En lo social no descarta al Estado, pero tampoco lo magnifica, sino que busca la dotación del ser humano de condiciones y oportunidades para desarrollar sus capacidades en condiciones de igualdad.
En lo económico, promueve la participación del Estado en aquellas áreas donde se necesita su presencia reguladora y admite la oferta y la demanda bajo supervisión. Su lema principal es: Tanto mercado como sea posible y tanto Estado como sea necesario.
A todo esto, es entendible y curioso que la propuesta de Radonski, sea una mala imitación de la actitud del comandante Chávez y de sus políticas hacia la colectividad. Copian los códigos chavistas, la simbología, las ideas fuerza y hasta vocablos como el Poder Popular. Aunque solamente copian el espíritu de las propuestas no el cuerpo. Últimamente, vimos al candidato opositor inaugurando una bodega del progreso, copia de un establecimiento Mercal.
Ni copias de modelos políticos exógenos ni la imitación como estrategia política, creemos que sean suficientes para derrotar al Comandante Presidente Hugo Chávez este próximo 7 de octubre 2012.
José Amesty – 03-03-2012
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