lunes, 28 de enero de 2013

Carta de Hugo Chávez a los Pueblos de América Latina

Los que estamos acostumbrados a leer el texto bíblico, como teólogos, biblistas, predicadores no dejamos de notar unos increíbles elementos afines entre los textos de la Unidad en la Biblia, como lo son: la Epístola de Pablo a los Efesios, a los Colosenses, a los Corintios, al Evangelio de Juan entre otros y la carta de Hugo Chávez a la CELAC. 

Deseamos hacerles notar estos elementos sólo transcribiendo y señalando algunos, sin entrar en detalles, que lo dejo a los expertos en hermenéutica, en parte de esta carta, que la pudiéramos llamar igualmente una Carta de la Unidad. Veamos:

Lo primero que hacemos notar es que la carta a la CELAC, teniendo tres partes: dos dirigidas a los pueblos de América Latina y una final a los Jefes de Estado y Gobierno, las dos partes iniciales hace énfasis en llamar a los pueblos, sus hermanos y hermanas, con el adjetivo en que son queridos.           

En el párrafo siguiente de la carta, el escritor señala que la Unidad es un espíritu que ha regresado, que ha estado allí, pero ha retornado; un espíritu vivo, fuerte, que esta rondando siempre a nuestros lados, que ha vuelto a vivir en voces colectivas e individuales:
El espíritu de la unidad ha vuelto con toda su fuerza; es el espíritu de nuestros Libertadores y Libertadoras que ha reencarnado en los Pueblos de Nuestra América Latino Caribeña; es el espíritu en el que confluyen muchas voces para hablar con una sola voz. Fue el entrañable espíritu de la Cumbre de América Latina y del Caribe que le dio nacimiento a la CELAC en Caracas; es el entrañable espíritu de esta Cumbre en Santiago de Chile.

Señala igualmente, que esta Unidad tiene propósito, objetivos, y que debe tener un carácter de disputa, para lograr la Patria Grande, el Reino y que más abajo se señalan dos elementos concretos.  
Somos, hoy por hoy, ejemplo para el mundo de unidad en la diversidad, en función de la justicia, el bienestar social y la felicidad. …a la lucha por la unidad; por la construcción de la Patria Grande sobre los más sólidos cimientos. Recordemos a Bolívar: Una sola debe ser la patria de todos los americanos, ya que en todo hemos tenido una perfecta unidad.

Todo cuanto hagamos por la unidad no sólo estará justificado por la historia sino que además se convertirá en el más luminoso legado que podamos dejarles a las nuevas generaciones. Igualmente, estaremos honrando activamente la memoria de nuestros Libertadores y Libertadoras. Este párrafo, señala lo que nosotros debemos dejarles, como ejemplo, a nuestros hijos e hijas, así como honrar a nuestros ancestros, maestros, y lideres positivos.  

Esta parte de la carta, es un vivo ejemplo de lo que llamamos: Unidad en la diversidad:
La gran política supone un aprendizaje permanente: es aprender a convivir con nuestras diferencias, aceptarlas y procesarlas, buscando siempre la mejor manera de complementarnos. La gran política impide que la intriga nos divida. No olvidemos aquella dolorosa advertencia de Bolívar: Más hace un intrigante en un día que cien hombres de bien en un mes.

Finalmente, queremos señalar que la Unidad, en este caso tiene dos elementos de concreción histórica, que son: Educación y Lucha contra la Pobreza, que deben llevarse a cabo en los pueblos de nuestra América.
…dos grandes compromisos sociales, incluidos dentro del Plan de Acción de Caracas, para que la CELAC tenga valor de existencia para nuestros Pueblos: hablo del desarrollo del Programa Latinoamericano y Caribeño de Alfabetización y del Programa Latinoamericano y Caribeño de Erradicación del Hambre.   

José Amesty, 2013

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