Resistencia al Cambio
FORMACION SOCIOPOLITICA
Transcrito, y Rescatado por José Amesty (amesty.bligoo.com.ve;
jose-amesty.blogspot)
RESISTENCIA AL CAMBIO
PRESENTACIÓN
El material que presentamos a continuación,
pretende servir de aporte al eje temático de Resistencia al Cambio. No es un
material acabado, estamos trabajando la temática como nudo crítico y desde
nuestro enfoque crítico-emancipador, llegando a los siguientes planteamientos:
Detrás
de la Resistencia al Cambio que evidenciamos, se esconde toda una carga
ideológica impuesta por un sistema de dominación, el cual hay que develar para poder avanzar en
la concreción del Proyecto Bolivariano, porque de lo contrario, tal resistencia
nos hace atrincherarnos de manera opositora a una propuesta que apunta hacia la inclusión e igualdad social, hacia
una sociedad justa, equitativa, democrática y participativa, donde el pueblo sea
autor y actor de su propio proceso. Estos aportes surgen de un proceso de
investigación, registro, análisis, debates, evaluación y sistematización que
este colectivo de Formación Sociopolítica viene desarrollando desde hace algún
tiempo, lo cual nos permite señalar que la Resistencia al Cambio es una
reacción que se produce en individuos o colectivos de manera consciente o
inconsciente y que reproduce valores de
dominación, en este caso capitalista.
Es posible que nuestros planteamientos estén
orientados desde una sola óptica, pero consideramos estratégico dar a conocer
que muchas de nuestras posturas son reflejo de una conciencia formada con unos
valores de la dominación y que en este momento histórico se hace necesario
desmontarlas desde otro enfoque. Es necesario alertar que las Resistencias
pudieran parecer algo insignificante o sin importancia en el colectivo, pero si
no las abordamos, pueden acumular tanta fuerza que se pueden convertir en un
obstáculo permanente e irreconciliable con el Proyecto Bolivariano
Revolucionario. En esa perspectiva hacemos una invitación abierta a todos y
todas los compañeros y las compañeras, camaradas, compatriotas, amigos y
amigas, a que reflexionemos y nos coloquemos en el lugar del otro y de la otra,
desde el punto de vista formativo para comprender que las posturas, las
negaciones y las predisposiciones de nuestros hermanos y hermanas es posible
superarlas si se problematizan y se orientan, de ese modo podemos vincular
nuestro discurso con nuestra práctica. Es decir, no solo es hablar de inclusión
social, sino trabajar porque ese planteamiento constitucional se concrete. En
el Proyecto Bolivariano Revolucionario liderizado por el comandante Chávez,
cabemos todos(as). Este es una construcción colectiva donde cada uno de sus
habitantes tiene mucho que aportar, incorpórate y permite que nos acompañemos
en una continua formación colectiva. Como dice nuestro presidente:
“Si
queremos acabar con la pobreza démosle poder al pueblo, y no hay mayor poder
que el conocimiento, el cual nos conduce al alcance de nuestra soberanía”.
CONTENIDOS
Génesis de
la Resistencia en el Marco Capitalista
Caracterización
del Capitalismo:
Los seres humanos desde el punto de vista
biológico nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. Desde el punto de
vista social nos formamos y nos convertimos en sujetos políticos, regidos por
una lógica que impera en la sociedad de la cual formamos parte.
Específicamente, Venezuela se caracteriza por un modelo de desarrollo económico
capitalista, dependiente y mono productor, cuya génesis está en la acumulación de riquezas, valiéndose de la
división social del trabajo y de la explotación del hombre y la mujer,
expresada en la siguiente relación social de producción:
“En un
polo se ubican a los dueños del dinero y de los medios de producción, y en el
otro a los trabajadores que son dueños solo de sus cuerpos, de su capacidad de
trabajo y de su fuerza de trabajo” (tomado de la línea de estudio “Introducción
al pensamiento Marxista de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo”).
En la sociedad capitalista el ser humano pasa
a ser un objeto, donde sus pensamientos, sueños, sentimientos y necesidades dejan
de ser importantes, pasan a ser una mercancía, la cual se compra con un
salario. En este sistema las relaciones sociales se expresan de la siguiente
manera: El sujeto es una cosa (cosificación) y la mercancía se personaliza,
aquí se invierten los valores, se le da más importancia a los objetos
materiales (Fetichismo).
Cómo se
Reproduce El Capitalismo
Desde hace mucho tiempo venimos escuchando
afirmaciones de algunos autores que señalan:
“El
capitalismo está en una profunda crisis, es posible que pronto se termine de
hundir”.
Podemos esperar durante siglos que eso suceda
y jamás lo veremos, si nos quedamos sentados de brazos cruzados a esperarlo por
fuerza natural. El capitalismo es un modelo económico, que mientras produce
mercancía y plusvalía (cantidad de trabajo, concretado en una mercancía, que
representa el valor que el obrero produce, pero que el patrón no le paga,
convirtiéndose en ganancia para este, que le permite el incremento de su
capital), reproduce al mismo tiempo la relación social de capital y la
subjetividad que la sostiene.
¿Qué
queremos decir con lo anterior?:
El capitalismo se sostiene porque existen
permanentemente trabajadores y trabajadoras como fuerza de trabajo que se vende
y se compra en el mercado, como otra mercancía más; crea nuevos empresarios que
invierten, obtienen ganancias y la acumulan, y por otro lado, hay un orden
establecido desde el punto de vista ideológico que lo sostiene. En la sociedad
están presentes un conjunto de instituciones encargadas de garantizar la reproducción
del sistema, tales como: La familia, La escuela, La iglesia, Los medios de
comunicación, Los sindicatos, Las fuerzas armadas, etc., donde se reproducen un
conjunto de valores que se expresan en el individualismo, la competencia, el
revanchismo, la violencia, de allí también se derivan la corrupción, la
burocracia, la expertocracia, el pragmatismo, la exclusión social, la
alienación, la falsa conciencia, la cosificación del ser humano y el fetichismo.
Esta lógica capitalista nos impone una forma
de pensar, actuar, analizar, sentir y reflexionar nuestra cotidianidad. Desde
este enfoque, somos un producto del capital. Nuestro Estado es un estado
burgués, donde una minoría acumula riqueza y una mayoría vive en estado de
miseria y pobreza extrema, ¡es una sociedad de clases!. Como podemos ver, las
instituciones juegan un papel principal en la reproducción del capitalismo, tal
como lo plantea la cátedra de Formación política Ernesto Ché Guevara al
referirse a la escuela y a los medios.
“En la escuela se enseñan los valores mínimos
de obediencia al orden establecido, aquello que es “normal” y aquello que no lo
es, la reverencia a los símbolos del poder, etc. Pero hoy en día, ese lugar que
no desapareció, se complementó con uno de alcance mucho mayor; el de los medios
de comunicación masiva. En ese espacio se construye diariamente el consenso de
los sectores populares a favor del capitalismo. Allí se transforma la
concepción del mundo burgués en sentido común popular, gracias a la ideología
(falsa conciencia) que transmiten los medios de comunicación. De este modo se
interiorizan los valores de la cultura dominante y se construye un sujeto
domesticado y reaccionario a los cambios radicales.” Todo lo anteriormente planteado nos ilustra que nuestros pensamientos
y actuaciones no son neutras, sino que obedecen a una lógica de dominación
capitalista enraizada en nuestro pensamiento. Esto hace que de manera consciente
o inconsciente asumamos posturas que la
reproducen y se bloquee cualquier intento de cambio en nuestros paradigmas.
Dichas posturas serán denominadas: Resistencias al Cambio.
¿Qué
entendemos como Resistencia al Cambio?
Identificamos como Resistencia al Cambio, la expresión implícita o explícita de
reacción contraria ante la incorporación de una iniciativa de cambio. Es
importante entender que todo cambio dentro de un sistema social implica una
reacción, que dependiendo de cómo se aborde política y metodológicamente, puede
ser provisional o permanente.
Desde lo
político: un(a)
facilitador(a) o cualquier sujeto que trabaje dentro de un colectivo, debe identificar, comprender, argumentar y develar
el por qué algún integrante de ese colectivo, reacciona de determinada manera
ante un nuevo elemento de cambio, haciendo ver que las estructuras de
pensamiento y de acción, obedecen a un enfoque filosófico que sustenta la
sociedad donde estamos inmersos, asociado al modelo de desarrollo capitalista.
Desde lo
metodológico: se hace
necesario abordar el trabajo en colectivo, con métodos coherentes con el
enfoque crítico emancipador que estamos impulsando, explicación que daremos más
adelante.
Tipos de
Resistencia
Las resistencias al cambio pueden ser Pasivas
y Activas.
Resistencias
Pasivas:
Son aquellas que se solapan y no se develan sino que se convierten en
elementos de dispersión o en un mecanismo de entropía (generador de desorden),
y pueden ser de difícil abordaje ya que se desconocen sus características y
orígenes, impidiendo el avance del proceso, demorándolo, saboteándolo y
desmontándolo progresivamente. Dentro de las Resistencias Pasivas podemos
enunciar las más usuales, tales como:
- la
apatía - el silencio - la sumisión - la desmovilización
- la
indolencia - la indiferencia - el bloqueo
Las cuales se reflejan en los gestos, las
actitudes o maneras de actuar, todas evidentemente muy relacionadas, teniendo
en común que en su esencia tal vez no persiguen en la mayoría de las veces
entorpecer la iniciativa de cambio, pero con su actitud tampoco la favorecen,
generando pesimismo, desaliento y poca motivación para la participación en las
iniciativas de cambios que otros sujetos propongan.
Resistencias
Activas: Están referidas a las posturas
que se expresan de manera abierta, frontal, donde se confrontan los diferentes
enfoques o concepciones, pero no se reconoce la fuerza del argumento del otro.
Pueden ser violentas, ofensivas, irrespetuosas, con poco nivel de tolerancia, y
tienen como finalidad acumular fuerza para desmontar los nuevos elementos
planteados. Dentro de las más usuales tenemos:
·
El
convertir la iniciativa de cambio en burla permanente: Este es un elemento
que encuentra cabida en nuestra idiosincrasia como venezolanos y venezolanas,
ya que una de las frases que más nos caracteriza es que “siempre nos reímos de
todo” y que “somos muy echadores y echadoras de broma”, sin embargo esta
particularidad sirve como pretexto para hacer burla de alguien que impulsa el
cambio o al cambio mismo, con el que evidentemente no se está de acuerdo, su
fin es ridiculizarlo ante los demás y procurar así la descalificación.
·
El procurar la desinformación y las
distorsiones comunicativas: Como el
corrillo, la murmuración, la injuria, la descalificación, la difamación, la
manipulación, etc. Esta manifestación de resistencia al cambio suele
presentarse con frecuencia cuando hay falta de argumento válido para cuestionar
directamente el cambio o a la persona que impulsa el cambio, por lo que se
recurre a la maledicencia, tejiendo una red de falsas impresiones, chismes y
comentarios desalentadores, que terminan por crear expectativas funestas en los
demás.
·
El generar conflictos en torno al proyecto
transformador: Se refiere
a enfrentar puntos de vistas, opiniones, sujetos y argumentos, para ocasionar
tensiones que desgasten paulatinamente o exploten bruscamente el proceso en
desarrollo, degenerando en situaciones destructivas que terminen con el
mismo.
·
El entorpecimiento del proceso: O el ritmo de trabajo de los y las que
impulsan el cambio suele manifestarse de formas muy variadas como por ejemplo,
no cumplir con los compromisos adquiridos, demostrando negligencia, irresponsabilidad, burocracia, pereza,
sumisión, ocultamiento de datos o secuestro de información, complicidad con
quienes adversan el cambio, etc. Todo
esto impide la concreción exitosa del proceso de cambio y conlleva a la larga,
a su fracaso.
·
Desacreditar la iniciativa del cambio, o a
quien lo impulsa: Bien sea
menospreciando o sobre preciando, ya que son consideradas resistencias al
cambio tanto exagerar los méritos de la actual situación, como el sacar a
relucir todas las dificultades encontradas en el proceso de implantación, lo
que produce en los demás falsas expectativas y vagas apreciaciones del cambio.
Al igual pasa cuando se exagera las revisiones y evaluaciones de forma punitiva
al proyecto de cambio y a sus participantes, cuando este se cuestiona
compulsivamente y se critica destructivamente hasta en el más ínfimo detalle,
esto contribuye a la desconfianza de los demás en su factibilidad.
De esta manera, seguramente en la medida que
nos vayamos fijando detenidamente en nuestro entorno social, veremos muchísimas
más expresiones de Resistencia al Cambio. Podemos extraer de lo dicho hasta
ahora, que la Resistencia al Cambio surge como un mecanismo de defensa del
sistema para preservarse ante la
posibilidad de cualquier cambio que amenace su seguridad y mantenimiento, y
debe abordarse como un aspecto del desarrollo de la metodología, ya que forma
parte de la caracterización de los sujetos y del contexto, que están
impregnados por la hegemonía capitalista. En ese sentido, construir un nuevo
modelo de sociedad, implica poner en práctica una Nueva Hegemonía, formar un
nuevo sujeto político en Valores
Bolivarianos que promueva la solidaridad, el cooperativismo, la
autogestión, el respeto, la tolerancia, la transparencia, la
corresponsabilidad, la multiculturalidad, la justicia social y requiere de un
modelo de desarrollo económico sustentado en la economía social que favorezca
la participación democrática y la igualdad e inclusión social consciente. Esto
solo es posible a través del trabajo activo y en colectivo, y luchando perseverantemente,
en la construcción del poder popular que nos permite a partir de una Nueva
Racionalidad Política, desmontar el capitalismo y construir las bases del nuevo
modelo de desarrollo, de lo contrario, seguiremos reproduciendo el sistema
capitalista imperante y sus aberraciones.
PODER POPULAR
¿Qué
entendemos como Poder Popular?:
Cuando hablamos de poder popular, nos
referimos a la lucha por la hegemonía, la cual se construye a través de la
gestación de espacios de lucha, de encuentro, de vinculación, de donde emerge
una nueva relación social que integra la lucha social, la producción colectiva
y la solidaridad, desde lo cual se deriva un nuevo ideal de sociedad y una
nueva cultura política. En ese sentido,
Poder Popular lo podemos definir como Poder Constituyente, como el momento y el
espacio colectivo en que el poder comienza a transformarse, en una relación
social donde la facultad de decisión, la
detentan efectivamente los individuos que hacen parte de las comunidades
locales o de trabajadores y trabajadoras. Por lo tanto, no podemos estar
hablando de un modelo único de poder popular, ni de una esfera exclusiva de
realización. Cualquier intento de cambio amerita un conocimiento profundo de lo
que queremos transformar, es por ello que parte de estos escritos están
dedicados a la caracterización del modelo de desarrollo y sus valores de
dominación. Sin embargo, creemos que no es suficiente develar la génesis del
capitalismo y su comportamiento en nuestra sociedad. Es necesario caracterizar
el enfoque con el cual estamos analizando la realidad concreta, porque es desde
allí de donde la desmontaremos. Nos referimos al enfoque crítico emancipador.
Enfoque o
Interés Crítico Emancipador: Enfoque
regido a examinar o comprender una situación desde una visión teórica, desde un
punto de vista específico, con una lectura intencional. Es el sustento teórico
donde se fundamenta nuestra forma de ver el mundo, el cual tiene sus orígenes
en la teoría crítica de la escuela de Frankfurt, donde se concibe la razón, la
teoría, las ciencias sociales, el conocimiento, la historia, la verdad y el
sujeto de la siguiente manera.
La Razón: Es concebida como la autoconciencia de la
razón, es decir, saber por qué y para qué se actúa de determinada manera, cuya
voluntad humana y acción deben estar dirigidas hacia una acción transformadora,
sin obviar la facultad de la crítica permanente. La razón no justifica la
armonía social, y debe desmontarla a partir de la acción transformadora.
La Teoría: Es una especie de lente que nos permite ver
cual es el propósito, las limitaciones y el alcance de los intereses
constitutivos del saber, en este caso, y suscribiendo a Habermas:
“El interés
técnico: se dirige a controlar y regular objetos (cosas)…. El interés práctico:
busca educar el entendimiento humano, para informar la acción humana. El
interés emancipador: se trata de un interés por la autonomía y la libertad
racionales, que emancipen a las personas de las ideas falsas, de las formas de
comunicación distorsionadas”. (Kemmis p.
87).
En este último interés, se concibe que no
existe neutralidad axiológica. Es decir los valores tienen una carga
ideológica.
Las Ciencias
Sociales: Son un medio
enmarcado en la libertad y autonomía racional para que los individuos tomen
conciencia de sus propósitos y sean capaces de aclarar las condiciones que
distorsionan los procesos de autorreflexión y autoentendimiento. Las ciencias
sociales nos develan la realidad y nos proporcionan herramientas para transformarlas colectivamente.
El
conocimiento: En este
enfoque, el conocimiento se construye de manera íntersubjetiva (en colectivo) y
a partir de la práctica concreta en interacción con su contexto. Nace de la
reflexión crítica de una práctica y tiene como propósito alcanzar la soberanía
cognitiva “pensar con cabeza propia”.
La Historia: Se concibe como un proceso de construcción
colectiva a partir de la relaciones sociales, es dialéctica, continua y
dinámica.
La Verdad: Es relativa, íntersubjetiva, se construye,
es consensuada semánticamente.
Sujeto: Es el ser humano concebido en interacción
permanente como actor y actriz, autor y
autora del proceso de construcción social. Al ser parte de la sociedad y
participar activamente en ella lo denominamos Sujeto Político.
Política: Participación protagónica de todos los
sujetos sociales que construyen, defienden o transforman el interés colectivo
en términos de Poder. Los Sujetos Políticos desde la visión emancipatoria
construyen normas consensuadas. La política, es el ejercicio de la ciudadanía
de manera soberana o autodeterminada desde los espacios concretos y en la
cotidianidad, es permanente y dinámica. Desde este enfoque, todos y todas los
ciudadanos y ciudadanas, que viven en el país deben asumir concretamente la
participación democrática y protagónica que establece nuestra constitución para
desecuestrar la palabra y la acción política de los politiqueros que
pervirtieron el término.
Poder Popular y Resistencia al Cambio
Siendo coherentes con el enfoque que
reivindica lo colectivo, planteamos la democracia protagónica y la
transformación de las relaciones de producción para construir una sociedad
justa, equitativa y sin exclusión de ningún tipo. Nos trazamos la construcción
del Poder Popular como alternativa revolucionaria, cuyo desarrollo se expresa
en los diversos espacios de lucha: la fábrica, la escuela, la calle, el barrio,
el campo, las comunidades indígenas y afrodescendientes, entre otros… lo que
nos explica que el poder no es homogéneo, pero debemos dirigir el esfuerzo
hacia la unidad en el propósito, el cual no es otro sino transformar la
sociedad. Lo colectivo no se decreta,
sino que es un proceso de construcción donde afloran diferentes posturas,
concepciones, visiones, métodos, actitudes, niveles de formación, entre otros,
que complejizan la dinámica y mucho más, cuando no hay apertura al cambio en
algunos de los sujetos que conforman los colectivos de lucha.
La no apertura al cambio genera tres casos
clásicos en los que se presentan resistencias:
El primero: El cual no permite el debate, la
confrontación teórica, no hay niveles de tolerancia, no visualiza aspectos
positivos de la propuesta, se establece una especie de diálogo de sordos o
bloqueo cognitivo, porque está cargada de un gran resentimiento, algunos por
creerse afectados en sus intereses y otros porque realmente lo están, como lo
son los dueños de los grandes monopolios económicos, grandes terratenientes, en
fin los que integran la oligarquía.
El segundo: Cuyo origen está más inclinado hacia la
confusión mediática, formativa o que se encuentran influenciados por la carga
ideológica de la cultura de dominación, es decir, los que pueden estar en
alguna medida confundidos.
El tercero: Es la resistencia que se encuentra conciente
o inconscientemente en muchos de los sujetos que están discursivamente con el
proceso de cambios, pero sus prácticas tienden a reproducir la cultura política
de la cuarta república.
En la construcción del poder popular es
necesario darle tratamiento a cada uno de los casos:
En el primer caso, esta resistencia se convierte en enemiga
del proceso, pasando a ser un elemento de confrontación directa, y por lo tanto
no debemos permitir que acumule fuerzas.
En el segundo caso, son aquellas resistencias que
solo tienen confusión generada por los medios de comunicación u obedecen a la
carga ideológica imperante, por lo tanto debemos trabajarlas, ya que
potencialmente pudieran sumarse a la anterior.
La acumulación de fuerzas tiene que ser hacia
el poder popular, porque hasta los momentos la cultura de dominación sigue
imperando: la burocracia, la violencia, la discriminación racial y de género,
la desigualdad, el deterioro ecológico, la explotación indiscriminada de
nuestras riquezas, la pobreza, la enajenación y los antivalores sociales
caracterizados por el individualismo, la competencia, el consumismo y el
clientelismo, en el marco de lo viejo que se niega a morir y lo nuevo que no
termina de nacer. Y en el tercer caso, debemos develar tales posturas para
profundizar el proceso de construcción del Poder Popular.
Ahora bien, el Poder Popular es un proceso
constituyente donde se reivindica el protagonismo del ciudadano y ciudadana
común, en esa misma dirección planteamos en este proceso construir una nueva
manera de hacer política la cual demanda cambiar la mentalidad, romper
paradigmas y los viejos métodos de la política tradicional. Ello implica:
a) Un nuevo modo de producción de conocimientos
que impugna el monopolio y la jerarquía del saber.
b) Una concepción del aprendizaje como
interacción social constructiva.
c) Una nueva racionalidad comunicativa centrada
en el debate y en la relación dialógica.
d) Una estrategia de intervención y organización
no burocrática, con procedimientos de democracia directa.
Colectivo de
Revisión y Acompañamiento
Aismin
Manaure, Antonio Giardina, Carlos González, Carlos Guedes, Carlos Rodríguez,
Enrique Arrieta, Enrique Valles, Eseario Sosa, Elin Sosa, Eve Zambrano, Henry
Parucho, Herlinda Colmenares, Ingerzon Freites, Kiramara Reyes, Luis Ortega,
Magali Figuera, Marian Alvarado, Maxiorisol Cumare, Oscar González, Rogelio
López, Samuel Vargas, Simón Sosa, Sorocaima Silva, William Escalona, Yamileth
Romero, Yecuana Álvarez, Zaida Suárez.
Mayo,
2005
No hay comentarios:
Publicar un comentario